no alcanza una piedra
para tropezar con la muerte.

las primas vienen cantando
sus vestidos son color traspié
de repente caen
más no mueren


yo no aprendo
y no hay piedra que no diga mi nombre

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5 Responses to

  1. ambigua says:

    más claro no podía quedar el sentimiento.muy bueno.muy yo también.

  2. me siento lapidado constantemente

  3. http://es.wikipedia.org/wiki/Lapidaci%C3%B3n

  4. me soprende la interpretaciòn, es increìble, no lo habìa pensado y de repente la "lapidaciòn" es totalmente certera ahora que lo releo. // yo lo pensè/sentì por el lado de la repeticiòn y la no muerte. o sea, el no aprendizaje. el traspiè. cada piedra tiene mi nombre. y las piedras son interminables y asi y todo, no muero.
    lo tuyo es genial. terrible y genial. estos otros ojos/tuyos/otros son los que riegan. Riegan.
    lapidaciòn, si despertò eso, faaa. quièn escribe? quièn me escribe?

  5. desde el primer momento sentí eso...
    las primas vienen cantando, de repente caen...mas no mueren...

    yo no aprendo y no hay piedra que no diga mi nombre

Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto...

Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto, esas extrañas
cosas. Las llamaban por allí, virtudes o espíritus. Pero, en
verdad eran la producción de seres tristes, casi inmóviles,
que nunca se salían de su lugar.
Estancias al parecer, del otro mundo, y casi eternas,
porque el viento y la lluvia las lavaban y abrillantaban, cada
vez más. Era de ver aquellas nieves, aquellas cremas,
aquellos hongos purísimos... Esos rocíos, esos huevos,
esos espejos.
Escultura, o pintura, o escritura, nunca vista, pero, fácilmente
descifrable.
Al entreleerla, venía todo el ayer, y se hacía evidente
el porvenir.
Los poetas mayores están allá, donde yo digo.

Marosa di Giorgio-De "Clavel y tenebrario" 1979
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