Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto, esas extrañas cosas. Las llamaban por allí, virtudes o espíritus. Pero, en verdad eran la producción de seres tristes, casi inmóviles, que nunca se salían de su lugar. Estancias al parecer, del otro mundo, y casi eternas, porque el viento y la lluvia las lavaban y abrillantaban, cada vez más. Era de ver aquellas nieves, aquellas cremas, aquellos hongos purísimos... Esos rocíos, esos huevos, esos espejos. Escultura, o pintura, o escritura, nunca vista, pero, fácilmente descifrable. Al entreleerla, venía todo el ayer, y se hacía evidente el porvenir. Los poetas mayores están allá, donde yo digo.
Marosa di Giorgio-De "Clavel y tenebrario" 1979-
AL PIE DE LA LETRA
este es el espacio que creamos para poder crear un espacio
realmente muy bueno, es como que se corta el verso como que te deja el espacio para pensar cada uno de los versos para despues arremeter con otro
es pintura
es verdad, muy lindo
fer