acomodada en un rulo negro
mastiqué espinas
el viento indigesto
rompió el peinado
el picor de la duda
resultó resorte del ojo
y entonces vi
una niña que rìe
XII
lleno de aire el bandoneòn de mis bocas y silbo errante la mustia letanìa siembro esparzo libero te imagino respirando guiado por las notas del tango llegando a mi velorio contemplando mis colores ya te escucho silbando.