capullo

llegando al mundo
posa despacio patas de mosca
a veces yerto
otras ondula


intenta trenzar al cielo
su melena de raiz
llegando al mundo
posa orgulloso equipaje

trastos libros libros
nunca silencio
nunca tanda


la estampa tapa el sol
hay barriletes
viento lacio

las luces esquivan
nuevas letras interrogan
no acicalan no palmean
soba la luna
en incesantes cafés

cama dulce soliloquio

llegando al mundo
suelta miguitas al paso
talla diente lácteo
tabla de dura ley

el cortejo se debate
parirse en silencio,
adueñarse de su voz,
correr el telòn

està llegando al mundo
rompan las campanas!

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Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto...

Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto, esas extrañas
cosas. Las llamaban por allí, virtudes o espíritus. Pero, en
verdad eran la producción de seres tristes, casi inmóviles,
que nunca se salían de su lugar.
Estancias al parecer, del otro mundo, y casi eternas,
porque el viento y la lluvia las lavaban y abrillantaban, cada
vez más. Era de ver aquellas nieves, aquellas cremas,
aquellos hongos purísimos... Esos rocíos, esos huevos,
esos espejos.
Escultura, o pintura, o escritura, nunca vista, pero, fácilmente
descifrable.
Al entreleerla, venía todo el ayer, y se hacía evidente
el porvenir.
Los poetas mayores están allá, donde yo digo.

Marosa di Giorgio-De "Clavel y tenebrario" 1979
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