Quisiera poder escribir
Ponerle sangre a este silencio
Quisiera saber donde se queda
 aaaaaaaaaaaaaaaa
el resplandor
y el reflejo
todo el color
aaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Sé que esta acá
Sé que lo tengo sobre mí
Pero sé que se irá
cuando se evapore lo que queda
 aaaaaaaaaaaaaa
del perfume
 00000000000000000000
cuando mis pantalones me arrojen
y vacíos se queden en la silla
esperando que claree

. Bookmark the permalink.
Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto...

Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto, esas extrañas
cosas. Las llamaban por allí, virtudes o espíritus. Pero, en
verdad eran la producción de seres tristes, casi inmóviles,
que nunca se salían de su lugar.
Estancias al parecer, del otro mundo, y casi eternas,
porque el viento y la lluvia las lavaban y abrillantaban, cada
vez más. Era de ver aquellas nieves, aquellas cremas,
aquellos hongos purísimos... Esos rocíos, esos huevos,
esos espejos.
Escultura, o pintura, o escritura, nunca vista, pero, fácilmente
descifrable.
Al entreleerla, venía todo el ayer, y se hacía evidente
el porvenir.
Los poetas mayores están allá, donde yo digo.

Marosa di Giorgio-De "Clavel y tenebrario" 1979
-