un abrazo fue regalo fue precipicio y ofrenda dos manos palma a palma caminaron tibias tres o cuatro deseos atè al barrilete del tiempo para que nos encuentre enamorados cinco noches pastas roquefort pucho amor sobre y bajo mesa seis horas del sueño te traen y siete duermo despuès de ocho intentos de pastilla y brebaje y nueve vidas transitando tu ausencia entran en diez segundos de tu recuerdo

inspirado en la lògica de las "dècimas" de doña Violeta Parra

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Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto...

Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto, esas extrañas
cosas. Las llamaban por allí, virtudes o espíritus. Pero, en
verdad eran la producción de seres tristes, casi inmóviles,
que nunca se salían de su lugar.
Estancias al parecer, del otro mundo, y casi eternas,
porque el viento y la lluvia las lavaban y abrillantaban, cada
vez más. Era de ver aquellas nieves, aquellas cremas,
aquellos hongos purísimos... Esos rocíos, esos huevos,
esos espejos.
Escultura, o pintura, o escritura, nunca vista, pero, fácilmente
descifrable.
Al entreleerla, venía todo el ayer, y se hacía evidente
el porvenir.
Los poetas mayores están allá, donde yo digo.

Marosa di Giorgio-De "Clavel y tenebrario" 1979
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