Carta Lacrada
(lo que no cesa de no escribirse)
como si fuera posible se me pide que olvide que no pierda el paso y que no pierda aceite y que no pierda tiempo como si fuera posible no terminar cada noche de largo desvelo durmiendo abrazada a la niña de Guatemala como si fuera posible se me pide que aprenda a simular la voz disimular las ganas escatimar la ofrenda salvaguardar la niña no empezar cada mañana lagrimeando con la gastada pantomima del deceso como si fuera posible se me pide que olvide lo que no cesa de no escribirse

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Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto...

Yendo por aquel campo, aparecían, de pronto, esas extrañas
cosas. Las llamaban por allí, virtudes o espíritus. Pero, en
verdad eran la producción de seres tristes, casi inmóviles,
que nunca se salían de su lugar.
Estancias al parecer, del otro mundo, y casi eternas,
porque el viento y la lluvia las lavaban y abrillantaban, cada
vez más. Era de ver aquellas nieves, aquellas cremas,
aquellos hongos purísimos... Esos rocíos, esos huevos,
esos espejos.
Escultura, o pintura, o escritura, nunca vista, pero, fácilmente
descifrable.
Al entreleerla, venía todo el ayer, y se hacía evidente
el porvenir.
Los poetas mayores están allá, donde yo digo.

Marosa di Giorgio-De "Clavel y tenebrario" 1979
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